VERSION|fp-0.909.1|SUBJECT|De la electricidad a la educación|CONTENT|La fascinación por los cables y los bombillos me hicieron privilegiar un colegio técnico, en donde los transformadores, los motores y las fuentes de energía ocupaban mi imaginación y mi interés. Pero la electricidad fue el trampolín a la la electrónica, que aunque empírica me dio grandes satisfacciones en mi universo de sueños y fantasías. Así fue como llegue a la universidad, a un programa en ingeniería electrónica y telecomunicaciones. Pero la transformación no es sólo disciplinar. La verdadera génesis empieza con algo de destreza en las manualidades, en los primero años de vida escolar, fruto tal vez de vivir confinado en un micro-mundo lleno de trabajo manual, máquinas y materiales. Pero esta destreza no hallaba lugar en un colegio en donde predominaba las tareas y clases aburridas. Por fortuna para mi y para mi futuro, aunque no para mi rendimiento académico en ese momento, tuve a mi primer mentor: G. Ya para mi primer semestre de universidad, el asunto había girado sustancialmente, era un estudiante aplicado, y si no hubiera sido así, no habría ingresado a la universidad. La exigencia académica hizo que me replegara aún más de mis actividades manuales, de mis circuitos, transistores y de mis libros de cekit, pero no de mi mundo interior. Luego, como algo inesperado pero contundente, recibo una ráfaga de conciencia social, de sensibilidad hacia los problemas del entorno. Lo que empezó como una colaboración en un paro en marzo del 98, desencadeno la dinamización de procesos, de trabajo colectivo, de afianzamiento ideológico y posicionamiento político, lo cual fue una ruptura entre vivir dentro de una esfera de vidrio y sentir la vida real. Después de ese momento nada fue igual, porque ese mundo interno e inmenso en el que vivía, empezó a sentirse más cómodo desarrollandose en el mundo real. Si bien deje de lado la electrónica, entre otras cosas porque experimentar empíricamente no era propio de un aprendiz de ingeniería y porque la electrónica no era el fuerte de la carrera, me acerque más a las telecomunicaciones. Pero tampoco me detuve mucho allí, sino que me enfoqué más en la telemática, particularmente en el nivel de las redes y los servicios. Una profunda sensibilidad por la complejidad humana, sumado a un interés por las redes y los servicios telemáticos, y una fascinación por las metodologías me llevaron a conocer a otro de mis mentores, CS, y a desarrollar un trabajo de grado incomprendido (incluso en ocasiones para mi mismo) pero que mereció un alto reconocimiento y que se convirtio en el estandarte desde el cual aboradaria varios trabajos académicos y de investigación en estos 2 años y medio: Modelo de Conectividad para Redes Humanas. En este trabajo de grado aborde, junto con un compañero excepcional, JM, temáticas entre la Gestión del Conocimiento, los Procesos de Comunicación Organizacional, y el Trabajo Colaborativo Soportado por Computador. De todo esto quede con la satisfacción de generar un referente conceptual en donde se ubicaba el papel de la telemática en el proceso de conformar y consolidar redes humanas y de comprobar que una herramienta tecnológica no es suficiente para propiciar procesos de comunicación, pero quede con el interrogante de saber si es posible dinamizar procesos, y como deberían ser, para conformar verdaderas redes humanas. Conocer la existencia del movimiento en torno al software libre y de las comunidades que lo soportan, y de la red de semilleros de investigación, me dio luces para acercarme al entendimiento del fenómeno que sucede con los movimientos estudiantiles, y con esto reconocer el papel que juega una ideología en la consolidación de las redes humanas. Todo este proceso me acerco a trabajar bajo la influencia de un doctorado en ciencias de la educación, en donde conocí a EF, otro de mis mentores, de quien aprendí la dimensión de la educación centrada en procesos dialógicos y no simplemente transmitivos, además de recuperar el valor para hacer lo que uno cree que es necesario para sacar adelante los proyectos. Pero también conocí a VC, GC y MC, de quienes he recibido la influencia de la teoría crítica de la educación, el enfoqué CTS, el aprendizaje basado en situaciones problemáticas, y el trabajo con docentes, y con quienes he tenido el privilegio de trabajar al algunos proyectos: ieRed, CTS-ING, Red-CTS y PRAE-MEC-CTS. De un gusto retraído por los cables y los bombillos, he pasado a una apuesta por la construcción colectiva de sentidos en el ámbito de la educación, valiendome de la telemática como una mediación. Algo bastante alejado de lo que se supone realiza un ingeniero en electrónica y telecomunicaciones, pero que tiene mucho sentido para una persona que busca construir esperanza y oportunidades con otros. |AUTHOR|ulises|DATE|1145885155|CATEGORIES|2|